domingo, 9 de diciembre de 2007

A new day yesterday

Cuando niño soñaba con viajar en una máquina del tiempo. No hace mucho descubrí, con verdadera fascinación infantil, que ¡vivimos en una máquina del tiempo!. Es cierto que no podemos controlarla y más bien estamos a su merced, pero así es como son las cosas. A nuestra escala el tiempo pasa en un sola dirección, y mientras más conscientes estemos de los momentos en que vivimos, más impresionante será vivir los cambios.

Hace unos 20 años atrás, tal vez más, un comercial de Telefónica (en ese entonces CTC) mostraba con orgullo el primer teléfono público de Cachiyuyo, un pequeño pueblo en la comuna de Vallenar. En él, un señor con muchos años de sol en su piel le mostraba a todo el país que hablar por teléfono por fin era un privilegio de todos los chilenos, por muy remoto que fuera el lugar donde viviera.

Ayer Las Últimas Noticias publicó una nota titulada Pronostican el fin de los teléfonos públicos. Según los registros, desde 2004 hasta hoy las llamadas desde teléfonos públicos han disminuido en un 40%. Ciertamente, esta tendencia es distinta en los centros más poblados que en Cachiyuyo, pero aún así el gerente de teléfonos públicos de GTD Manquehue, Rodrigo Eguillor, cree que los teléfonos públicos no desaparecerán antes de cinco años. Cinco años.

Puede parecer una obviedad decir que el presente es el pasado del futuro, pero es impresionante experimentarlo. Toda esta cotidaneidad, todo lo que es tan normal en nuestras mañanas de Lunes y en nuestras noches de Viernes, en pocos años será el recuerdo. Y al menos para mi, la embriagadora sensación de estar viviendo en los recuerdos del futuro es más de lo que nunca esperé.

1 comentario:

libélula electrónica dijo...

clap clap clap clap...
Grande L. Me encantó lo que escribiste. Preciso y emotivo. Y así como lo pones, olvidémonos de comprar más cds, películas de dvd, ordenadores y equipos de música. Quién sabe si luego todo eso quepa en una cajita de fósforos, que de seguro tampoco existirán para ese entonces. Así como va todo, el celular será lo que reúna lo que alguna vez fueron 3 o 4 aparatos diferentes. Eso pa'l pueblo, quizás qué cosa pa los de esferas superiores. Al final, un tecladito y una pantallita, qué más.