miércoles, 12 de diciembre de 2007

Costumbres

Esta es, espero, una de las mejores noticias que he escuchado desde que tengo uso de razón.

Según El Mercurio, la diputada María Antonieta Saá (PPD), ingresó hoy al Congreso el proyecto de ley que busca derogar el artículo 373 del Código Penal, referido a la ofensa al "pudor", la "moral" y las "buenas costumbres". La iniciativa, impulsada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) y la Federación Chilena de la Diversidad Sexual (Fedisech), contó con el patrocinio de nueve parlamentarios de la Concertación.

Bien por las organizaciones que impulsan la iniciativa, que además de defender sus propios intereses sacan la cara por todo el resto de los giles que hemos aceptado, por más de treinta años, una aberración como el artículo 373. Como en ningun lugar se define que es una ofensa al pudor o una falta a la moral y las buenas costumbres, entre otras cosas porque es imposible hacerlo, desde 1975 ha quedado simplemente al criterio de las fuerzas del orden. Los pacos, en simple.

Los impulsores del proyecto argumentan que éste es el único delito donde se registran más detenciones que denuncias y casi la totalidad de las detenciones se efectuó sin que hubiera una persona que se sintiera ofendida, siendo los únicos testigos del hecho los policías. Junto a esto, de acuerdo a una investigación basada en cifras de la policía y del poder judicial, en los últimos cuatro meses el 99,73% de las personas detenidas en virtud de este artículo fueron liberadas en los tribunales por falta de mérito.


La pregunta, como siempre, es por qué hemos sido capaces de aceptar una disposición legal tan evidentemente estúpida, si tanto el sentido común como las estadísticas son tan lapidarias.

Por otro lado, tampoco cantemos victoria anticipadamente: la intención de la diputada Saá es que, luego de que se deroge el artículo, pueda introducirse otro que defina situaciones específicas ante las cuales los carabineros si tengan la atribución de llevarte tras las rejas. Habrá que ver que ocurre, pero por el momento felicito a la diputada y a las organizaciones que impulsan la medida.

(Fuente)

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