Ballenismos

Iba a escribir algo sobre la caza de ballenas que Japón reinició con objetivos científicos, cuando tuve un déjà vu: ya había escrito algo sobre eso hace seis años atrás. Como no he cambiado de opinión, opté por el viejo truco de copiar y pegar

Es cierto que no podemos arreglar todo a la vez, pero aún así me parece injusta la discriminación positiva. No me refiero a cosas pedestres como la contratación de un cierto número mínimo de mujeres, sino a situaciones más generales. Por ejemplo, que las campañas y los mensajes de nuestros líderes políticos y morales pidan un mundo mejor para los niños, como si los adultos tuviéramos menos importancia. O que los ecologistas defiendan a las ballenas pero no a las vacas. Prefiero que las ballenas se extingan, si es que al salvarlas con el tiempo terminan siendo tantas que faenarlas vuelve a ser políticamente correcto. Tal vez habría que mantener todo al borde de la extinción para obtener un mejor trato, porque la abundancia siempre es sinónimo de que todo está permitido.

Lo siento por Greenpeace, pero las vacas no me inspiran menos respeto que las ballenas. Los adultos no me inspiran menos respeto que los niños. Los hombres no me inspiran menos respeto que las mujeres. ¿Quién dijo que no se puede respetar todo a la vez?

En fin, eso fue lo que escribí el 23 de Diciembre del 2001, y valga la aclaración que la pregunta final tiene una obvia contra pregunta: ¿quién dijo que tenemos que respetar todo a la vez?. Como ya conté en alguna otra parte, diez años atrás una amiga hacía una campaña personal para dejar de comer atún enlatado, alegando que en las redes que los capturaban también caían decenas de inocentes delfines. Los atunes, supuse, eran culpables.

En último término, mi alegato es contra la falta de consistencia al defender una cosa, y no otra que parecería defendible con los mismos principios. Pero ahí si que me meto en la boca de la ballena, porque la consistencia es más utópica que la revolución y la olla al final del arco iris juntas, así que mejor me doy vuelta la chaqueta y les transmito este link que me envió Rocío. Ahí pueden sumarse a una campaña de Greenpeace para presionar por el cese de la caza de ballenas.