jueves, 20 de septiembre de 2007

Un centímetro de profundidad

Según consignan diversos medios, el pasado 14 de Septiembre el Senador Demócrata por Nebraska Ernie Chambers inició una demanda contra el mundialmente famoso Dios, para exigirle que deje de causar catástrofes y de practicar el terrorismo. Fue tal el puntaje que obtuvo en la escala de noticias freak, que incluso La Cuarta decidió ponerla en portada en vez de su tradicional teticia (*). Según nos dice el diario popular, es una nueva prueba de que en Estados Unidos las acciones judiciales pueden prosperar en los tribunales, sin importar lo descabelladas que puedan parecer. Lo mismo dicen otros medios más "serios", como Radio Cooperativa o InfoBAE, dejando la impresión de que Ernie Chambers es parte de lo descabellado.

Pues bien, una búsqueda de 5 minutos en Wikipedia y Google nos informan que Ernie Chambers es, desde los años 60, uno de los líderes más importantes del movimiento de derechos civiles en Nebraska. También que es el Senador que más tiempo ha permanecido en sus funciones en Estados Unidos, 37 años continuos desde su primera elección en 1970. Su última reelección fue el 2004, y lo más probable es que sea realmente la última porque una enmienda constitucional, aprobada el año 2000, impide ser electo por más de dos períodos de 4 años. Algunos opositores a esta limitación han sugerido que esta enmienda fue formulada, principalmente, para impedirle a Ernie Chambers continuar en el Senado.

Ernie Chambers viste polera (t-shirt) y jeans durante su asistencia al Congreso, y si bien esto parece otro dato freak, más bien es un indicador del tipo de persona que es Chambers. Tal como dice el JournalStar y otros medios, es su explícita intención demostrar, mediante una demanda a Dios, que la legislación está hecha de modo que permite demandas frívolas e inapropiadas. Tal como lo entiendo ahora, Chambers es un tipo bastante interesante, que está usando al poder judicial y a los medios para ilustrar un punto de vista, a mi juicio bastante relevante en la legislación estadounidense. Pero, como diría Ricarte Soto, esto a nadie le interesa.

Un hurra por nuestra prensa y su mar de conocimiento con un centímetro de profundidad. Hip hip, hurra. Cómo bonus, todo esto me hizo recordar aquel episodio de 2002, tratado con bastante más seriedad por la prensa de la época, en que la Concejal de Valparaiso Marisol Paniagua, primero atea, después cristiana hiperactiva y luego incluso co-protagonista de un hecho de violencia intrafamiliar en 2006, consiguió que modificaran una ordenanza municipal para poder entregarle las llaves de la ciudad a Jesucristo.

(*) Si semejante neologismo existiera, vendría a ser una noticia en la cual la protagonista debe su fama a sus tetas

1 comentario:

Anónimo dijo...

cambiaria la definicion por debe su fama a sus tetas propias o, mas comunmente, a las que ha podido procurarse ...