La Condición Humana

En Estados Unidos, una profesora decidió quedarse trabajando luego de que todos se hubieran ido del colegio. De pronto, escucha que le gritan por el sistema de altavoces bienvenida a la jungla, ¡vas a morir!. La profesora aterrada, y quien podría culparla en el Estados Unidos de hoy,
se atrinchera en la sala y llama al 911. Minutos más tarde, la policía entra y se encuentra a tres estudiantes que, convencidos de que se encontraban solos en el colegio, interpretaban a todo pulmón una versión karaoke de Welcome to the Jungle.
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Es tal el cuidado que los ingleses tienen por ser políticamente correctos y no molestar las creencias ajenas, que a veces pierden tanto la perspectiva como el sentido del ridículo. Este año, líderes musulmanes, hindúes y sikhs, se unieron a la Comisión por los Derechos Humanos para entregar un mensaje a los habitantes del Reino Unido: no es necesario que le cambién el nombre a la Navidad y la llamen Winterval (Festinvierno), no es problema que el centro de la festividad sea Jesucristo, y celebrar la Navidad no es una ofensa a los no cristianos. Duh!
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Un hombre de 64 años viajaba a Dresden de vuelta de unas vacaciones en Egipto. En una escala en el areopuerto de Nuremberg, personal de seguridad le informó que de acuerdo a nuevas políticas de seguridad, no podía volver a embarcarse con esa botella de vodka de un litro que llevaba en el equipaje. Sus opciones eran embarcarla como carga, pagando los respectivos costos, o arrojarla a la basura, pero el hombre decidió que había una tercera alternativa: abrió la botella y se la bebió completamente. Luego, cayó al suelo.
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